Hablamos en esta entrevista con Iñaki Domenech, dueño del bar Midada en Madrid, donde nos cuenta cómo decidió emprender la aventura de montar su propio negocio. Este empresario de 34 años es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid y juega al Rugby en sus tiempos libres. En plena crisis económica, sus palabras no tienen desperdicio para todos aquellos que quieran hacer realidad su proyecto.

¿Cuál ha sido tu experiencia laboral anterior al bar?

Dentro del sector de la hostelería, trabajé en Hoteles y eventos grandes como camarero y ayudante de cocina. En Londres trabajé de camarero y barman. Después estuve 6 años trabajando para empresas grandes que no estaban relacionadas con este sector. Hasta que comenzó la crisis y decidí montar mi propio negocio.

 

Entonces, ¿la única opción que veías era emprender?

Veía otras opciones pero esta me parecía la más atractiva. Es sacrificado muchas veces, pero al menos cuando hay alegrías son para mí también. Cuando trabajaba para terceros y había disgustos, eran para todos pero cuando había alegrías no se sabía para quien eran. A mí nunca me tocaban.

Me decidí por un bar porque conocía el local y conocía la zona al haber salido por aquí desde los 14 años. Sabía lo que quería montar, tenía las posibilidades en ese momento y me lancé. Fue un conjunto de todo.

Con tus propias palabras, ¿Qué es Midada?

Por ahora es un sitio para venir y tomarte tus primeras cervezas y picar algo o cenar. Toda nuestra comida es casera. Lo que nos ayuda a diferenciarnos del resto es nuestra comida, cerveza y alcoholes de calidad a precios muy asequibles.

¿Cómo cambió la idea que tenias en mente al llevarla a la realidad?

Ha habido muchos gastos que no había previsto  y gastos que pensaba que serían menores han sido mucho más altos. La electricidad por ejemplo ha sido unos de mis mayores palos. Y ahora con el incremento del IVA ha subido el alquiler, la cerveza, la luz, el gas, el agua…

Los trámites para crear una empresa son lo más engorroso. ¿Hubo algo en concreto que te resultara especialmente difícil?

Al principio decidí crear mi propia empresa pero me resultó imposible porque no recibía ninguna subvención ni ayuda por parte de la Comunidad de Madrid o el Estado a pesar de estar en el paro, ser solvente y no deber dinero a nadie.

Como conocía a los propietarios de Midada decidí ir metiéndome poco a poco en su empresa. Cuando fui al registro mercantil no había nadie, 5 funcionarios y yo. Me puse en la ventanilla para que me atendieran y al preguntar me dijeron que pasara primero por información, aun estando solo. Le pedí a la persona que me atendía si me podía informar él directamente y se negó, era trabajo de su compañero. Esto te demuestra como funciona la administración.

Ahora que el bar está en funcionamiento, los problemas son otros, como las licencias, qué vale y qué no vale. Por ejemplo, tengo licencia de bar-restaurante y con ella solo puedo tener televisiones de 32”. Podría tener una pared llena de televisiones de 32” pero ninguna de 37”. Para ello necesitaría otra licencia, papeleo, dinero, tiempo…

¿Hay algo que echaras en falta a la hora de agilizar trámites?

Muchas cosas. Simplificar la administración sería esencial. También se agradecería que te facilitasen las primeras contrataciones o los primeros periodos de cara a lo que tienes que pagar por cada trabajador. Sobre todo ahora con 6 millones de parados. No recibí ningún tipo de asesoramiento, aunque tampoco pregunté mucho ya que hablé con amigos que tienen negocios en la zona.

¿Qué puedes contarnos después de tu primer año en el negocio?

Ha sido jodido. Al principio parecía que todo iba bien pero en realidad era un espejismo. Este verano me di cuenta de que tenía que ajustar más las cosas. Aun así el tiempo anterior me sirvió como rodaje para ver cómo funcionaba todo. Ahora veo una evolución bastante positiva y las cosas van a mejor.

Y como empresario, ¿Has notado también esa evolución?

Al principio pensé que estaba un poco verde y enseguida descubrí que estaba muy verde. Me di cuenta que no tenía experiencia. Sabía llevar una barra, pero no la cocina. Me costó mucho pero con la ayuda de mi hermano pude sobrellevarlo. Me vi bastante limitado, pero aunque te lleves algunos bofetones las primeras veces luego vas aprendiendo.

He mejorado mucho. Antes no sabía calcular cuánto vale un menú del bar, cuánto pagar a los trabajadores. Ahora sí. También he aprendido a negociar con mis distribuidores. Aunque no me considere especialmente agresivo en las negociaciones sí creo que sé hasta dónde puedo llegar e intento llegar hasta ahí.

A título personal, ¿Crees que emprender ahora mismo es una opción real para ganarse la vida dada la situación actual?

Estamos en las de siempre, montar algo sin dinero es imposible. Si quieres montar algo bien necesitas dinero porque el primer año, como mínimo, tienes que mantenerte a ti mismo. Al principio es duro, pero el principal problema es que no se ve la luz al final del túnel, o al menos yo no la veo.

Yo me animo porque mi negocio mejora y prospera. Veo clientes que son fijos, gente que viene preguntando por nuestros productos y eso significa que nos conocen. Creo que está funcionando el boca a boca, nuestra manera de cocinar, nuestro trato al cliente… pero realmente si esto desapareciese, tal y como están las cosas, si tuviera que empezar de nuevo no lo haría. Lo veo muy difícil. No sé cómo será en otros sectores.

¿Tendrías un consejo para alguien que quiera emprender?

Mucha paciencia y que no nos vamos a hacer ricos de hoy para mañana, pero tampoco tiene que ser nuestro objetivo. Somos jóvenes y si no lo hacemos ahora, no lo vamos a hacer nunca. Tenemos que adaptarnos a nuestros medios que son muy escasos. Nos queda montar negocios de pequeña escala.

Tenemos que intentar ayudar a la gente que está a nuestro alrededor, generar puestos de trabajo, intentar ganar nuestro dinero para vivir, no vivir a todo trapo pero tampoco malvivir. ¡Y para adelante, qué diablos!