Hace tan solo unos meses las redes sociales hicieron viral un supuesto fraude que se empezó a realizar en los servicios de transporte público. Consistía en el robo de cantidades de dinero inferiores a 20€ por medio de un lector de tarjetas ContactLess.

El delincuente en cuestión, aprovechando la hora punta, acercaba un lector de tarjetas común a los bolsillos y carteras de las víctimas tratando de robar pequeñas cantidades de dinero de sus tarjetas de crédito.
¿Pero qué hay de cierto en todo esto? ¿Es posible que esto ocurra con mi tarjeta ContactLess? Aunque improbable, lo cierto es que no sabemos si este hecho es real o simplemente otra invención de las redes sociales. Desde luego podría llegar a producirse si el cibercriminal dispone del hardware adecuado.

La tecnología NFC se basa se basa en la trasferencia de datos de forma inalámbrica en un rango menor a los 20 cm (en la práctica muy por debajo de esa distancia). Esta misma tecnología nos permite hacer pagos rápidos, sin necesidad de introducir el PIN de seguridad ni ninguna otra confirmación expresa del usuario. Una comodidad, por supuesto, pero también un riesgo.

Y es que actualmente esta tecnología se lo pone muy fácil a los delincuentes, ya que la información de las tarjetas no tiene ningún tipo de cifrado. Se puede acceder a datos sensibles de algunas de ellas, como los últimos movimientos realizados o el nombre del titular de la tarjeta, con una simple app de móvil. Nosotros hemos hecho la prueba de ello con Lector de tarjetas NFC.Aunque hemos dicho que este tipo de robo puede llegar a producirse, en la práctica es más sencillo que te roben la cartera en el metro (incluida tu ContactLess). De todas formas, no está de más tener precauciones. En tu entidad bancaria pueden informarte del límite de dinero que requiere el Pin de tu tarjeta o requerirlo siempre. Otra forma es llevar la tarjeta ContactLess en una funda metálica o usar una cartera con las solapas de metal.

En conclusión, la tecnología de las tarjetas ContactLess es un avance, pero hay que tener cuidado hasta que las entidades bancarias depuren esta técnica.